Se debería entrar en la Administración como se entra en tu cuenta bancaria, porque la clave de todo está en el manejo de la pasta, no en la ideología
05-06-2011 |
¿Por qué nadie habla de transparencia?

Personalmente no creo en ningún político ni en ningún partido. Hay que pensar que un político no trabaja para el pueblo, sino para su partido y, con esto, está todo dicho.
Por eso, en los debates, da vergüenza ver cómo dedican el grueso de su intervención a defender a su partido atacando los actos pasados, presentes y futuros del partido contrario, y con datos precisos y concretos, estadísticas, estudios, etc.; en cambio, cuando se trata de hablar de las SOLUCIONES (los problemas ya los conocemos todos), comienzan a decir sandeces al estilo de "crearemos un marco institucional..." "propondré un régimen de austeridad...", "sentaremos las bases para el diálogo...", "incentivaremos mediante la creación de comisiones de seguimiento...", en fin, lo que se llama "tirar de manual", que es la forma fina de decir que al personaje le importa un wevo lo que le preguntes, porque va a contestar lo que le salga de los ídem, siempre dentro de los cánones de lo políticamente correcto.
Por otra parte, los medios de comunicación no informan, sino opinan (en lo atinente a política, sin dudarlo). La "línea editorial" hace años que traspasó sus fronteras naturales e inunda todas las secciones informativas, se hable de economía, de deportes o de política, ya sea en prensa, radio, televisión o internet. De hecho, consumimos tal o cual medio, no para informarnos, sino para comprobar cómo machacan al contrario, y quien diga lo contrario miente.
Oímos hablar de corrupción, de auditorías, de amiguismos... Por cierto, y a este respecto, basta de hipocresía, joder; el que tenga la oportunidad de echar un cable a un familiar o amigo, lo va a hacer, esté en el sitio que esté, y en la medida en que pueda hacerlo. Otra cosa es traspasar la legalidad. Pero actuamos como fariseos respecto a esta cuestión, dado que todos estamos de acuerdo en la esencia, no así, evidentemente, en la forma de ejecución.
Ahora pensemos cómo evitar que se ataquen los unos a los otros, que nos pretendan vender "su" verdad estadística, o que se hable del bigotes, de los eres, Marbella, Andratx o la madre que los parió. Sólo hay una fórmula: con T R A N S P A R E N C I A.
¿Eso qué significa? Que todas las cuentas del Estado, a todos los niveles administrativos, estén a disposición del ciudadano las 24 horas del día, los 365 días del año.

Que ponen una farola: que pueda saber qué ha costado la farola, quién la puesto y cuánto ha cobrado por ponerla. Que arreglan un bache, lo mismo. Que quiero una ayuda, saber lo que había, o qué queda, y los requisitos cumplidos por los que las han conseguido. En definitiva, se debería entrar en la Administración como se entra en tu cuenta bancaria. Porque la clave de todo, evidentemente, está en el manejo de la pasta, no en la ideología.
Ya sé que todos los sabíamos, pero yo, además, lo pongo por escrito. Pongamos como ejemplo una de las más recientes riñas de patio de colegio de nuestros queridos e ilustres cargos electos (y "eyectados"): en Castila la Mancha, los que van a entrar, hablan de bancarrota, y los que van a salir, que si deslealtad, que si patatín, que si patatum. ¿A quién creemos?, ¿a los que entran?, ¿a los que se van?, ¿a ninguno? Yo te lo diré: enséñame las cuentas, y yo decidiré.
Está clarísimo: hay un presupuesto, que sus señorías aprueban cada año. Para el Estado, para el Ministerio tal, para la Autonomía cual, para este Ayuntamiento, para aquella Concejalía... Déjame ver cómo inviertes mi dinero cada día, en qué te lo gastas y con quién, lo que te queda y lo que recoges, lo que tardas o adelantas, y ya decidiré si lo estás haciendo mal o bien, pero, sobre todo, no me vas a contar milongas, porque sabré en todo momento si "estás en el taco", si has pedido un crédito o estás tieso como la mojama. Y luego, si quieres, me vienes con estadísticas.
Transparencia, señoras y señores, esa es la única democracia real que se nos puede ofrecer, para que podamos decidir con conocimiento de causa, y en conciencia. Lo de la Ley de Partidos, el sistema de recuento y los coches oficiales es el chocolate del loro, se lo puedo asegurar, ya que todo lo demás son actos de fe y, en consecuencia, actos de gilipollez, porque nos toman el pelo reiterada y descaradamente. A los del 15-M qué creéis que les va a pasar. Se van a comer una mie.... como la de la Catedral de Burgos. Entre tanto, ¿alguien sabe exacta y concretamente a qué se van a dedicar, cómo se lo van a montar, y de qué forma van a representar a quién y ante quién? Personalmente me parecen actitudes tan loables como voluntaristas que, por lo demás, corren el riesgo de corromperse y desvirtuarse a medida que pasa el tiempo y la "fuerza" del impacto inicial se queda en el olvido, como todas las cosas de este mundo que nos ha tocado vivir, donde algo es noticiable en el prime time y, pocos días más... (Chacman)