Pachi tiene un taller muy sui géneri. En esta página nos da solucioines a nuestros problemas cotidianos que, a veces, tienen una sencilla solución ante nuestros ojos y no las vemos |
EL TALLER DE PACHI
Un cliente de Pachi quería modernizar su deportivo con un juego de faros que compró en el rastro. No sabía cómo incorporarlos al frontal de su vehículo, por lo que acudió a Pachi. En tres cuartos de hora, Pachi se lo solucionó y la factura no pasó de los 20 €. El cliente, loco de contento, flipaba con Pachi.
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Estando Pachi de dominguero con unos amigos, los zagaletes de la reunión no dejaban de dar por... molestar. Pachi, entonces, reutilizó un par de sillas que vió, un poco deterioradas en un vertedero cercano e inmediatamente improvisó un columpio. Los niños contentísimos y los padres... más. Una vez más, Pachi demuestra la capacidad de crear, a bajo coste, el casi todo de la casi nada.
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En el taller de Pachi se personó, un buen día, un vecino con un grave problema en su coche. El eje de la rueda trasera se le había desgajado. La mayor preocupación del hombre era imaginarse el coste del arreglo, pero Pachi, acudiendo a sus reconocidas habilidades, le sorprendió con una solución en forma de 36 abrazaderas de plástico, con las que inmovilizó el eje, dotándolo de la seguridad deseada. El arreglo costó 15 €, mano de obra incluida. El cliente, lógicamente, flipando.
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Al taller de Pachi se acercó un individuo con un reproductor de DVD bajo el brazo, preocupado porque había dejado de funcionar la bandeja extractora de DVDs y, precisamente, cuando el individuo tenía una película comprometedora en la bandeja. Pachi no dudó ni un momento en la solución y, aprovechando un tirador que tenía desahuciado en el taller, optó por instalarlo tal como vemos en la fotografía. El arreglo: 4 €. El cliente, en agradecimiento, le regaló la película. Ambos: la mar de contentos.
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Una amiga y clienta de Pachi, de éstas que son incapaces de vivir sin móvil, llegó al taller de Pachi, llorando, porque ya no podía mandar mensajes de texto, ya que, del uso, se habían borrado los números y letras de las teclas del aparato. Pachi, en un alarde de ingenio, recortó un trozo de cartulina, la dibujó con el diseño original del móvil y la adherió al móvil, con celofán, haciendo coincidir los caseros dígitos con sus respectivas conexiones. La clienta se comió a besos a Pachi. El arreglo: 1,55 €.
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Estando Pachi con sus amigos de barbacoa, justo en el momento de hacer de comer, alguien se da cuenta que las varillas de la barbacoa se han desgarrado de sus soldaduras. Pachi, ni corto ni perezoso, fue a su almacén y sorprendió a todos con un carrito del Meta Par y vean, como atestigua la fotografía, cómo solucionó la contienda para no deslucir el maravilloso día de barbacoa. Los amigos de Pachi exclamaron... ¡Qué suerte tener a Pachi en la pandi...!
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Otro cliente de Pachi, llegó a su taller con su vehículo, preocupado porque los kinkis le habían robado la tapa del depósito de la gasolina. Pachi, que ya se cansó de ver la película que le regaló el señor que le llevó el reproductor de DVDs, reutilizó el DVD en esta ocasión, solventando con creces el problemón de su cliente. El DVD y un poco de celofán, y asunto zanjado. El arreglo le costó, únicamente, la mano de obra: 1,20 €. El cliente no salía de su asombro al tiempo que agradecía reiteradamente a Pachi sus servicios.
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Como ya sabéis, Pachi es muy amigo de sus amigos, sobre todo de los que organizan barbacoas. En la última que estuvo invitado, el aspersor que utilizaba el anfitrión para el riego del césped, dejó de funcionar. Estuvieron cerca de 3 cuartos de horas dándole vueltas a la situación, pero lo cierto es que no volvió a funcionar. Pachi, alejado del grupo de "técnicos" que revisaban el aparato en busca de una inútil solución, tuvo un golpe de inspiración mientras se echaba un vasito de Seven Up fresquito y, botella en mano, ideó lo que véis reproducido en la foto. Hasta el perro del apuntador le aplaudió. Pachi, qué grande eres.
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En esta ocasión, un cliente de Pachi, el dueño del bar donde él desayuna, le alertó acerca del problema que le urgía solucionar en los servicios del bar. El tubo del agua que surtía a la cisterna del water sufrió una rotura que impedía llegar el agua al mismo. Pachi no dudó ni un momento en proporcionarle una solución provisional: enchufó la goma de la bombona de butano a uno de los grifos del lavabo y la habilitó, mediante el empalme que se observa en la fotografía en la cisterna del water. Una vez más, Pachi demostró sus habilidades para solucionar problemas in extremis.
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Un amigo de Pachi llega a su taller porque su furgoneta tiene un problema en los bajos. Le ruega urgencia absoluta, pues le están esperando para un cargamento de productos perecederos. Pachi en ese momento tiene sus dos gatos hidráulicos del taller ocupados, pero no por eso va a cesar en el empeño de ayudar a su cliente. Inmediatamente improvisa un gato para la ocasión y poder ver los bajos de la furgoneta sin necesidad de usar sus gatos hidráulicos... made in Pachi.
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Un coleguita de Pachi tuvo un accidente con su vehículo y, como medida improvisada, ante la amenaza de lluvia, Pachi reconstruye el dañado capó con 3 simples bolsas de basura y celo ¿alguien da más? quedó tan bien, que el propietario está dudando si arreglarlo en chapa y pintura o dejarlo como está ahora... eres un portento, Pachi.
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Nueva Barbacoa a la que Pachi es invitado... De repente, un par de invitados, algo perjudicadillos por el desenfreno del alcohol, se lamentan por el hecho de no existir un jacuzzi disponible en la fiesta... pero Pachi, que está en todo, antes de entrar a la fiesta vio una bañera junto a un contenedor de basura y su cerebro comenzo a barruntar... ¿que qué ocurrió? La imagen habla por sí sola... Pachi es un artista.
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Pachi es requerido, una vez más, por uno de sus amigos, pues le dieron un testarazo en el frontal del coche y, como se dieron a la fuga, éste no puede denunciar ni pagar, por el momento, el arreglo, pero el intermitente quedó desprotegido y, con lluvia, podría mojarse y causar daños eléctricos. Aquí es donde entra Pachi en acción... ¿qué vas a gastar dinero? Yo te lo soluciono gratis -le comentó Pachi-. Y, sin dudarlo un instante, con una simple abrazadera metálica y el bote de cristal de las aceitunas que iba a tirar a la basura, le cubrió, con plena eficacia, el intermitente. En la imagen podemos ver tal alarde de facultades resolutivas.
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Es que Pachi se supera. En casa de una amiga, con los invitados ya presentes en la fiesta de cumpleaños de ésta, ella aún está haciendo el flan cuando se le fastidia la batidora. Pero claro, Pachi echa mano de su blackanddecker que siempre lleva en el maletero de su coche y... bualá... el flan en su punto.
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Un vecino de Pachi le requiere para solucionar su gran problema. Ha comprado una antena parabólica y, como vive en un primero con pésima orientación, no llega bien la señal. Pachi, que es un monstruo para estas cosas, como ya sabéis, se las ingenió para solucionar el pronlema de su vecino... las imágenes hablan por sí solas...
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Qué planchazo cuando al dueño del vehículo de la imagen le dieron un golpe en la puerta de su geep en accidente de tráfico y en sábado por la tarde... ¿dónde busca alguien un taller que solucione ipso facto el problema un sábado por la tarde? Menos mal que conocía a Pachi, el cual, con un fino toque de marquetería y dos viejas visagras de una cancela derruida, soluciona con estilo el problema del amigo. Un portento este Pachi...
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